No las violes, lee con detenimiento, son tan amplias y contigo tan frágiles.
Busca los versos, esas palabras que nacen de ti e iluminan un sendero de pasiones que te llevan hasta ella.
Espera, las reglas! No la busques, no tanto, que venga, venga poco a poco, despacio, al ritmo de esta movida que es más que una llama, calor, entrega.
Tontas reglas que ambos violan e insistes seguir, sólo alli para protegerte y tú tan dispuesto a desnudar tu alma.
¿Recuerdas las reglas? 1, 2, 3…, todas allí para ayudarte a enamorar, creaciones que inculcas como erudito y tropiezas como un bufón.
Ciertas excepciones, sonríes mientras las creas, son sólo para ti, es sólo este caso, sólo ella, sólo ahorita y más y más excusas que aprueban tu locura.
Al fin y al cabo, esto no es más ciencia que un arte y tú princesa, eres la musa, el arte y la obra maestra que con mi pincel lleno de la pintura de mis versos me inspiras en crearte en mi mundo.
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